Cuando quieras recibir, dilo.

Todos tenemos sueños y deseos que anhelamos sean realizados en nuestra vida. Esperamos que una ocasión especial, un cumpleaños, un aniversario sean celebrados de determinada manera. Son momentos en los que en nuestro interior deseamos nos fuera expresado y entregado aquello que nos gustaría recibir por y para nuestro agrado.  Aquello que nos ilumina y alimenta el alma, que nos hace sentir queridos. Cada quien tiene necesidades diferentes, necesidades de todo tipo. Una vez satisfechas las necesidades básicas que nos garantiza la supervivencia del cuerpo físico, buscamos satisfacer nuestras necesidades afectivas y emocionales, casi siempre a través de nuestras relaciones.

Es muy humano tener expectativas en nuestras relaciones. Las expectativas son aquello que deseamos y esperamos recibir de los otros y están directamente vinculadas a nuestras necesidades. Nuestras expectativas suelen ser poco realistas pues nacen de nuestros deseos e idealizaciones, por lo que casi siempre estas vienen acompañadas de cierta desilusión cuando no recibimos aquello que esperamos.

Una vez que sabemos lo que queremos, lo que esperamos de una relación y de las personas que nos rodean, lo más saludable y efectivo será encontrar la manera de hacerle saber los otros aquello que queremos recibir y cómo deseamos que nos sea entregado. Cuando reconoces aquello que anhelas y lo comunicas de la mejor manera al otro o los otros, estas asumiendo la responsabilidad contigo de procurarte y entregarte lo que es importante para ti, te estás haciendo cargo de satisfacer y atender a tus necesidades.

La opción de entregarnos a nosotros mismos lo que queremos recibir de los demás es también válida y lograríamos cierta satisfacción a nivel material, la realización en el mundo material del objeto del deseo. Quedaría aún por satisfacer la parte emocional vinculada al objeto físico y que se expresa a través de él. El regalo es el medio para expresar y recibir muchas otras entregas afectivas y emocionales. Es el símbolo a través del cual comunicar sentimientos, por lo que cuando nos lo entregamos a nosotros mismos estamos satisfaciendo la parte material pero no nuestras necesidades emocionales y afectivas, nuestro sustento interior.

El regalo, la salida a cenar, la celebración y los detalles son el medio a través del cual satisfacemos nuestras necesidades y deseos de sentirnos valorados, reconocidos, amados, acompañados, vistos o cualquiera que sea aquello que quieras recibir y sentir en tu relación. Claro que siempre puedes ir y entregártelo tú, lo cual te proveerá la satisfacción material de poseer aquello que te gusta, sin embargo, quedará insatisfecha la parte sentimental que le otorga otro sentido y relevancia al hecho u objeto.

Es por ello que la comunicación resulta tan crucial y  significativa en todas nuestras relaciones. Se trata de encontrar la mejor manera de decir y pedir a los otros lo que deseamos vivir en la relación, aquello que queremos recibir. Es una oportunidad para acercarnos al otro, ganar presencia y valía en la relación y en nuestra vida. Será la manera de tomarnos en cuenta, atender a nuestras necesidades y comunicarlas, expresar aquello que queremos y es importante para nosotros. Enseñarle a los otros cómo quieres que te quieran. Habremos alcanzado el nivel y calidad más altos de comunicación, el día que sientas que puedes hablar con el otro como si hablaras contigo mismo.

amigos 4

6 thoughts on “Cuando quieras recibir, dilo.

  1. Excelente artículo. La mayoría de las veces damos las cosas por sentado y que nuestros seres queridos saben lo que necesitamos y queremos. Muy útil y extraordinariamente escrito

  2. Querida mía, ¡eso que has escrito es tan cierto! A mi juicio, esa útima oración resume la meta más alta en una relación. En estos días estoy por USA. Ya hablaremos. Muchas cosas han cambiado y todas para bien. Como tú dices: solo hay que pedirlo 😉 Besitos.

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